sábado, 4 de julio de 2009

ALIMENTACIÓN

La alimentación, sobre todo en la etapa de crecimiento, juega un rol fundamental desde el nacimiento; y durante los primeros meses de vida, la lactancia materna es el principal y mejor alimento. Esto influye en el crecimiento físico, mental y emocional. Los hábitos alimentarios están relacionados con su forma de vida y son el resultado de influencias sociales, personales, culturales y psicológicas. A partir de los seis meses, cuando la leche materna no es suficiente, se comienza a ingerir alimentos semi-sólidos, y se incorpora nuevos sabores y texturas, empieza la etapa de formación de hábitos alimentarios, llevando a una mejor calidad de vida, si por el contrario, si los hábitos no son correctos, se llegará a deficiencias alimentarias (desnutrición, malformaciones óseas, baja estatura, mala dentición, anemia, bajo coeficiente intelectual), o enfermedades degenerativas por excesos alimentarios (obesidad, hipercolesterolemia, ateroesclerosis). En esta etapa dependerá exclusivamente de los padres que tenga hábitos saludables (alimentación, actividad física regular), para lograr que los niños puedan desarrollar todo su potencial y pueden prevenir enfermedades. Es una tarea difícil porque los niños encuentran distintas realidades, sea televisión, colegio, club.

En la medida que el niño va creciendo se debería ir explicando el porque del consumo de ciertos alimentos, y el evitar el exceso de otros (p.e golosinas), una manera muy saludable es dar el ejemplo.

Deberíamos incluir diariamente, lácteos (que aporta calcio y proteínas de alta calidad); carnes de todo tipo (fuente de hierro y proteínas de alta calidad); frutas y verduras (fuente de vitaminas, antioxidantes y fibra); cereales, legumbres y panes (aportan energía para las actividades diarias y fibras); aceites (aportan ácidos grasos esenciales); agua potable (en lugar de jugos y gaseosas).

Será fundamental respetar el número de comidas diarias y horarios en que cada uno se debe realizar: generar una conducta alimentaria. La nutrición debería ser balanceada desde el inicio de la vida, pues tendrán influencia en el bienestar físico y mental hasta a vida adulta.

Sugerencias:

1) Alimentar a los bebés con leche materna durante los primeros 6 meses y amamantarlos hasta los 2 años o más;
2) A partir de los 6 meses incorporar de a poco otros alimentos semisólidos de todos los grupos;
3) Cuando se le da de comer que sea bien, con tranquilidad, ayudándoles a probar otros alimentos, y se acostumbren a ellos;
4) A partir del año, pueden compartir la mesa familiar y comer los mismos alimentos que consumen los mayores;
5) Cuidar la higiene diaria, especialmente en la alimentación infantil;
6) La formación de hábitos alimentarios se fijan desde los primeros años de vida;
7) Cuando éste enferma, hay que darles de comer pequeñas comidas, sencillas, livianas y más seguidas;
8) Hacer controlar el crecimiento y desarrollo de los niños;
9) Acariciar con ternura y demostrar el amor para que aprendan a vivir en armonía, paz, y tranquilidad.

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