martes, 12 de febrero de 2013

lunes, 23 de mayo de 2011

MEDITACIÓN


La meditación es un ejercicio del "alma", con ella se podrá aliviar el stress, la ansiedad, inclusive hasta el dolor. Mediante ejercicios de respiración, se aprende a liberar la mente. Se puede reducir hasta un 40% la intensidad del dolor y una reducción del 57% en los dolores molestos. Se comprobó que la reducción del dolor es mayor que con la morfina u otro analgésicos, que reducen el dolor en alrededor del 25%. Estos datos fueron comprobados a través de una resonancia magnética por imágenes especiales. La experiencia consistía en provocar dolor por medio de un dispositivo que producía calor, el escaneo practicado después de las sesiones de meditación mostraron que los niveles de dolor bajaron del 11 al 93%, se notó una menor actividad cerebral relacionada con los estímulos dolorosos. 
La Fundación Indra Devi, señala los pasos básicos de la meditación:

1) Elija un lugar adecuado, tranquilo. Se debe realizar siempre en posición vertical, nunca acostados, con las piernas cruzadas estiradas o en una silla, pero con la espalda, el cuello y la cabeza en línea recta.

2) No importa el tiempo sino la constancia, se puede empezar con cinco minutos e ir aumentando hasta llegar a 20 minutos, dos veces al día, en lo posible a la misma hora.

3) Una vez que se logró concentrarse en la llama de una vela con los ojos cerrados, el siguiente paso es contemplar la luz, como un símbolo eterno y divino, y comenzar a meditar sobre eso.

4) Con el tiempo y según la habilidad para lograrlo, no será necesario la vela encendida, ya que aparece la imagen al cerrar los ojos. Por medio de este ejercicio se podrá alcanzar la tranquilidad y la armonía interior.

Conclusión: La medicación es un medio comprobado para aliviar los dolores, mediante un mecanismo de acción, no así la meditación que trabaja sobre los centros del dolor a través de la concentración y control del cuerpo y la mente. Podemos citar el TAI CHI CHUAN entre otros, que trabaja sobre la mente pero también sobre el cuerpo, mejorando en forma integral la calidad de vida.

lunes, 28 de junio de 2010

ANDROPAUSIA


Es un problema a nivel hormonal que se traduce en un problema psíquico, puesto que el hombre no acepta ciertos cambios, irremediables que nos depara la naturaleza. Por ello, debemos decir que la andropausia no es más que la disminución de la producción de la testosterona producto del envejecimiento en un varón sano, se equipararían con la menopausia en la mujer. Se lo suele llamar el "síndrome del varón gruñón", el hombre se convierte en el clásico viejo cascarrabias. Entre los síntomas asociados podemos mencionar: La disminución del impulso sexual; la falta de energía; la disminución física y/o su resistencia; pérdida de la talla; se pierde en parte la alegría de vivir; se está más triste, malhumorado e irritable; sus erecciones son menos firme; disminuye su capacidad para hacer deporte; se queda dormido después de cenar; baja el desempeño laboral. No todos estos síntomas deben estar presentes, pero si algunos de ellos para sospechar que el hombre entró en esa etapa de la andropausia. Se puede saltar de la felicidad a la angustia; depresión; agresividad; poca paciencia y nada los conforma. Se sienten incomprendidos, empiezan a pensar en la jubilación, sienten la pérdida de potencial de vida, les duele todo, se vuelven hipocondríacos.

Resumiendo los problemas físicos: dificultad para encarar actividades que involucran energía, sea correr, levantar objetos pesados o participar de deportes desgastantes, como así también la imposibilidad de caminar más de 1 kilómetro y la dificultad para agacharse o arrodillarse. Los problemas psicológicos incluyen la pérdida de energía, la tristeza y la fatiga.




También puede aparecer la falta de potencial sexual, es decir, de rigidez y de capacidad para mantener la erección. Las fantasías sexuales disminuyen, como así también el deseo sexual. Disminuye la eyaculación (el orgasmo tarda más, dura menos y es más pobre). No sólo se necesita mayor estimulación sino que el período refractario, es decir, el tiempo que necesita después de una eyaculación para conseguir otra erección y otro orgasmo, se va a hacer más prolongado. Muchos, claro, no lo consiguen más.

Cuando aparecen estos primeros síntomas de disfunción, el hombre recurre a la ingesta de sildenafil (viagra, marca más conocida), recién cuando no responden al tratamiento, acuden a la consulta médica, se deja pasar aproximadamente 2 años. Se calcula que estos síntomas aparecen en un 20% o 30% de los adultos mayores.

También se sabe que los bajos niveles de testosterona y el síndrome metabólico, es decir, una persona con obesidad, hipertensión, diabetes y lípidos tiene mayor riesgo de tener testosterona baja. Por lo tanto tratando la deficiencia de testosterona, suele mejorar el cuadro metabólico. También podría estar relacionado su disminución, con problemas prostáticos.

Consejo consultar el médico ante los primeros síntomas. Este realizará los exámenes prostáticos correspondientes, en caso de ser necesario tratar la andropausia con terapias de testosterona, que mejorarían los síntomas sexuales, así también los del "viejo cascarrabias".

lunes, 31 de mayo de 2010

TABAQUISMO

En el día mundial del tabaco es apropiado tomar conciencia de las dimensiones de la gravedad que produce su consumo habitual y los cambios perjudiciales que ocasionan en el organismo. Por ello es oportuno conocer los cambios que se producen de manera casi inmediata el abandonar el hábito del cigarrillo. Por lo tanto a dejar de fumar. Hay muchos métodos que ayudan a dejar de fumar, sea en parches, chicles, comprimidos masticables. La mayoría de ellos se basan en la incorporación de nicotina, principal producto adictivo, de manera de llegar a la sangre por otra vía que no sea la inhalatoria y de esta manera evitar la combustión e inhalación a través de los pulmones, puesto que este proceso libera además otras sustancias tan o más perjudiciales que la propia nicotina. Para fumadores de más de 20 cigarillos diarios se aconseja, en el momento de la necesidad de encender un cigarrillo, el consumo de chicles o comprimidos de 4 mg de nicotina, para aquéllos con un consumo menor es apropiado de 2 mg de nicotina; ésto conlleva en la disminución de la ansiedad por prender un cigarrillo puesto que en la sangre ingresa suficientemente nicotina como para no consumirlo. A ésto se lo debe acompañar por el cambio de hábitos que muy frecuentemente lleva a fumar nuevamente, psicológico, social, estado anímico, etc. El esfuerzo por dejar de fumar es muy complejo, pero haciendo acciones con firmeza se lo puede lograr.

Vale recordar que un día como hoy se celebra el Día Mundial sin Tabaco, y el dejar de fumar trae beneficios casi inmediatos: a los 20 minutos de dejarlo: la presión arterial y el ritmo cardíaco bajan a la normalidad. A las 8 horas: bajan los niveles de monóxido de carbono y paralelamente aumentan los niveles de oxígeno en la sangre a niveles normales. A las 24 horas: el riesgo de ataques cardíacos súbico disminuye. A las 48 horas: Se comienzan a regenerar los sentidos del olfato y el gusto. De dos semanas a tres meses, mejora la circulación, por lo tanto aumenta la oxigenación muscular, mejorando la caminata y la función pulmonar aumenta hasta en un 30%. De uno a nueve meses: la energía general aumenta y los síntomas tales, como la tos, congestión nasal, fatiga y dificultad respiratoria se alivian. Disminuirán los resfríos y ataques de asma. Al año: el riesgo de cardiopatías coronarias es la mitad de alquien que aún consume tabaco. A largo plazo el cáncer de pulmón disminuye casi en un 50% comparado con fumadores de 1 paquete diario, el riesgo de cáncer de la boca es la mitad que el de un fumador. A los 10 años: la tasa de mortalidad por cáncer pulmonar es similar a la de una persona que nunca ha fumado, el riesgo de accidente cerebrovascular disminuye posiblemente igual al de uno que no consume tabaco; el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas también disminuyen.
Por lo tanto es un buen día para dejar el hábito de fumar y disfrutar de las bondades de la vida, evitando las complicaciones que éste puede traer. Además poco a poco se esta tomando conciencia en la necesidad de separar sectores para fumadores de no fumadores, lo que conlleva en un aislamiento del individuo que puede afectarlo así también psicológicamente. Así pues, voluntad que se puede lograr y a vivir la vida!!


lunes, 22 de marzo de 2010

ENERGÍA


Los requerimientos energéticos de la gente común a los atletas y deportistas serán diferente. El elevado consumo de vitaminas y minerales puede potenciar el rendimiento físico. La mala recuperación puede ser debido a la falta de algunas vitaminas o minerales, las cuales ayudan a liberar la energía contenida en los alimentos, participar en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos, y con ello ayudan a la producción de energía desde el punto de vista nutricional. Ejemplo de ellos: la falta de hierro hace que los glóbulos rojos que se pierden no pueden ser reemplazados; además pueden perderse más vitaminas a través de la transpiración y la orina.

El cansancio es una señal de alarma a nuestro cuerpo, lo cual nos indica que nuestro organismo ha agotado las reservas de energía y que necesita recargarse. La dosis de energía se encuentra en los alimentos ricos en vitaminas y minerales. Por lo tanto en una dieta balacanceada, este cansancio disminuirá.

Vitamina B1: Regula el metabolismo de los carbohidratos, actúa sobre el sistema nervioso, los procesos mentales y el mantenimiento del apetito.

Vitamina B2: Actúa como coenzima en las reacciones de liberación energética. Potencia la acción de la vitamina B6, B12 y B9.

Vitamina B3: Intervine en la salud de las mucosas gastrointestinales y edl sistema nervioso.

Vitamina B5: Está relacionada con la ingesta de proteínas. Ayuda a la conversión de azúcares y grasas en Energía.

Vitamina B6: Interviene el metabolismo de las proteínas, contribuye a la liberación de energía a partir del glucógeno y en la síntesis de hemoglobina y anticuerpos.
Vitamina B8: Interviene de la buena absorción de los alimentos, sobre todo de los carbohidratos, grasas, y proteínas.
Vitamina B12: Favorece el mantenimiento del peso y desempeña el papel de estimulante. También favorece el crecimiento y la regeneración de los tejidos y formación de los músculos.

Magnesio: Participa en la transmisión de los impulsos nerviosos, en la contracción y relajación de los músculos, y participa en el metabolismo Energético. Su ausencia se refleja por la aparición de calambres, debilidad muscular, náuseas y fallas cardíacas.

Potasio: Regula el balance de agua en el organismo, dismunuye los efectos negativos del exceso de sodio y participa en el mecanismo de contracción y relación de los músculos.

Fósforo: Esencial para la producción de energía a través de los alimentos así como para la contitución de las células.


Cabe aclarar que los minerales y las vitaminas, al no tener calorías, no contribuyen al aumento de peso por sí mism0s.


Fuente consultada: CENTRUM (multivitamínico - multimineral), el más completo de la A al ZINC consultascentrum@wyeth.com



domingo, 10 de enero de 2010

ESTRÉS











El estrés es una palabra que define una situación especial, conformada por una diversidad de hechos. Éstas despiertan ansiedad: por ejemplo rendir un exámen, salir con alguien, entrevista laboral, reuniones sociales, hacer un trámite, ir de paseo o un lugar con mucha gente. Su definición sería algo así: "aquella situación en la cual las demandas externa (sociales) o las demandas internas (psicológicas) superan nuestra capacidad de respuesta", lo que provoca una alarma orgánica que actúa sobre los sistemas nervioso, cardiovascular, endócrino e inmunológico, produciendo un desequilibrio psicofísico y la consiguiente aparición de la enfermedad. Probablemente esta misma situación, en forma reiterada, ya no provoque estrés puesto que el organismo adopta soluciones que ya no lleven a este estado. Generalmente se provoca por una situación a la no se tiene conocimiento, y por lo tanto no se sabe su respuesta. Con la experiencia estas ocasiones se van sumando y por lo tanto se va disminuyendo el grado de ansiedad ante una misma situación, lo que evita llegar al estrés.


La ansiedad, en su forma normal, es una sensación displacentera, que se caracteriza por molestias tanto psicológicas (emocionales) como físicas ante una situación dada y que desaparece una vez resuelta la situación que la dispara. Hay que diferenciarla de la ansiedad patológica, que es aquella que no cede cuando la situación está resuelta o cuando la intensidad no es proporcional al hecho que la generó. Medidas para disminuir la ansiedad: 1) reconocer que nuestro cuerpo y mente tiene energía limitada y no exigirle más de la cuenta; 2) Aprender a relajarse (tomar un baño sin apuros, escuchar música de la naturaleza, estar con uno mismo); 3) Planificar, agendar tiempo para descansar, desenchufarse, conectarse consigo y los afectos; 4) divertirse, reirse y estar con amigos; 5) Identificar pensamientos que nos ponen nervioso y situaciones que nos generan ansiedad, para afrontarlas y lograr así superarlas.


El estrés y la filosofía de vida están íntimamente relacionados, si bien el pensamiento es una función natural y espontánea del ser humano, pensar correctamente va a depender de nuestro esfuerzo y dedicación. Establecer nuestra propia escala de valores individuales nos permitirá adquirir seguridad en nosotros mismos. Saber lo que queremos y lo que podemos hacer (objetivos alcanzables y límites racionales) nos brinda firmeza y sensación de control. Sólo hay que pensar en lo elemental. Hay que saber decir "no", pronunciado en forma clara, correcta, cordial y sobre todo sin culpa, puede bajar notablemente nuestro nivel de estrés, tanto en lo laboral, como en lo personal. Lo que no significa un rechazo a quien se lo pide, sino a la tarea propuesta, explicando los motivos de la negativa en forma amable, honesta y directa, sólo se expresa los límites, en relación con nuestro mundo íntimo, a nuestro entorno; este "no", nos dará la fuerza necesaria para resistir más al estrés.


Situaciones que puede causar estrés: irritabilidad, miedo a que algo pase, tensión muscular, estar inquieto, llanto fácil, reaccionar con sobresaltos, no poder esperar, impaciencia, miedos diversos, dificultad para dormir, pesadillas, temores nocturnos, dificultad para concentrarse, mala memoria, no poder disfrutar, cambios de ánimo, dolor de cabeza, rigidez muscular, rechinar dientes, zumbido de oídos, visión borrosa, frío/calor, taquicardia, palpitaciones, opresión de pecho, sensación de ahogo, suspiros, dificultad para respirar, problemas estomacales, digestivos, problemas menstruales, disminución del deseo sexual, temblores, mareos, pestañeo, tics, necesidad de estar todo el tiempo con un amigo, dificultad para prestar atención , facilidad para distraerse, necesidad de hacer algo todo el tiempo.


La sugerencia es observar si se tienen 10 de los ítems mencionados ó más, en ese caso tratar de disminuir la ansiedad y volver a ver en tres semanas, en base a éstos mismos si efectivamente disminuyeron. No dejar de consultar al médico, ya que ésta prodría ser una ansiedad patológica. Pero en la mayoría de los casos, son situaciones que hay que aprender a manejar. Comprendiendo esto, ya se esta en el camino de la recuperación. Muchas veces implica un cambio en el estilo de vida, la recompensa será pues el mejoramiento notable de la calidad de vida, sin duda.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

SALUD BUCAL


La cavidad bucal, esta compuesta por dientes, encías, lengua y demás tejidos orofaciales, éstos son imprescindibles para alimentarnos y hablar. La limpieza periódica y la detección a tiempo de gingivitis, caries y otras afecciones pueden ser prevenidas mediante la visita semestralmente al odontólogo. Entre estos métodos de prevención se puede mencionar la topicación con fluor en los más chicos, como así también la aplicación de selladores en los primeros molares. En los adultos, se controlará el sangrado o recesión de encías, la existencia de piezas flojas y la realización de limpieza por remoción de placa bacteriana y sarro. También controlar la sensibilidad repentina al calor, frío, al aire de alguna pieza dentaria (posibilidad de presencia de caries, sangrado anormal de encías, dolor al morder, mal aliento, o boca seca).

Como medida de higiene prevención está principalmente el cepillado cuya frecuencia será de 2 a 3 veces diaria, principalmente después de cada comida y sobretodo antes de dormir. Lo que ayudará a remover la placa bacteriana que se asienta en dientes, encía y lengua.

El cepillado debe hacerse con movimientos horizontales (fregado), y también circulares con la boca semicerrada (circular), lo que ayuda a remover la placa y así mismo se masajean las encías (especialmente indicado para los mas chicos). Otro método es colocar el cepillo con una inclinación de 45º con movimientos vibratorios (de Bass), pero sin desplazarlos de su punto de apoyo (rompe la placa bacteriana), acompañado de movimientos de fregado rápido para eliminar restos alimenticios, como así también masajear las encías y limpiar bien la lengua (existen cepillos con "limpiadores de lengua" que pueden ser de utilidad). Para estos fines también sirven los cepillos eléctricos.

Hilo dental: sirve para remover los restos de comida que, inevitablemente, quedan en los espacios interdentarios y que son fuente de depósito de bacterias. Al menos dos veces por día, principalmente luego del almuerzo y cena, lo que no sólo eliminará restos de comida sino también el mal aliento.

En los más chicos será necesario enseñar el hábito del cepillado desde pequeño, con paciencia y con el ejemplo. El uso de cepillos pequeños, de diseño atractivo serán de mucha utilidad.

El hábito de la higiene bucal involucra toda la vida, y estará ligado a una dieta adecuada, que impida la aparición de caries y enfermedades hasta el desdentamiento. No descuidar la alineación de las piezas dentarias y la ausencia de ellas, ya que alteran el normal funcionamiento de masticación, deglución y fonación.

Sugerencias: Concurrir períódicamente al odontólogo, como método de prevención y lograr una higiene adecuada. No compartir el cepillo de dientes, para evitar posibles infecciones. Enjuagar el cepillo después de cada cepillado, con agua corriente, secar al aire libre, guardarlo con las cerdas hacia arriba. No es necesarios su enjuague en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. Cambiarlo cada tres o cuatro meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas.