martes, 4 de agosto de 2009

DIGESTIÓN


Comer es una cosa, pero saber comer es algo diferente. La vida moderna nos lleva a incurrir en excesos y carencias que atentan contra la buena salud. Una mala digestión puede traducirse en acidez, boca pastosa, hinchazón, gases, flatulencias, puntadas, todos pueden ser síntomas de un problema gástrico y llegar a ser futuras enfermedades gástricas, intestinales o hepáticas. Hay que comer razonablemente en horarios adecuados para tener una buena digestión y respetar las cuatro comidas diarias. Evitar en lo posible el consumo excesivo de alcohol y de grasas.

Las enfermedades más comunes dependen de la edad: En la infancia, lo más frecuente son las diarreas. En el adulto hay que pensar como una patología muy importante la posibilidad de tener pólipos en el intestino, divertículos y cáncer de colon. Por lo tanto todo individuo que pierde sangre por el recto después de los 50 años, debe ser estudiado para descartar un cáncer de colon.

También la acidez puede ser múltiple. Tal vez la más importante sea la presencia de una úlcera en el duodeno o en el estómago. Las causa de las úlceras puede ser doble: la presencia de una bacteria que se llama helicobacter pilory y la otra la ingesta de sustancias que son capaces de dañar la mucosa gástrica, como drogas llamadas antiinflamatorios no esteroides, también el consumo de sustancias que favorecen la secreción de ácido clorhídrico como el café, lo picantes, el mate.

El reflujo gastroesofágico, que ocurre cuando el contenido del estómago entra en contacto con la mucosa del esófago irritándolo y provocando una esofagitis. Si este reflujo ocurre durante la noche puede llegar a los bronquios y provocar importantes problemas.

El peor enemigo que tiene el paciente es la automedicación o la consulta a algún pariente o amigo creyendo que el problema que éste padece es similar al nuestro. Error, consultar al médico, que podrá disernir entre una comilona ó un problema más grave.

En principio, sería hacer una vida sana y una dieta razonable para evitar todo tipo de complicaciones. Si el problema es ocasional, puede ser producto de una indigestión. Pero si los síntomas son recurrentes, hay que ir a la consulta con el médico.

Una digestión normal se produce de entre dos y tres horas después de la comida. Sería aconsejable caminar, comer poco volumen sobre todo si se tiene dificultades de evacuación gástrica, digestión lenta. Cuando se trabaja hay que tratar de no cargar el estómago. También el exceso puede traer somnolencia, síntoma muy común.

La comida principal debería ser al mediodía y cenar en forma más liviana y alejada del horario de la cama, dejando un espacio de tiempo e insistir con un desayuno muy fuerte.

Consejos: 1) Comer despacio, masticar bien y en un sitio tranquilo; 2) No comer en estado de ansiedad o nervios; 3) Comer debe ser un acto placentero; 4) evitar los "almuerzos de trabajo", no es el momento ideal para hacer un negocio; 5) Ir al baño cuando se tenga ganas, no reprimirse, evitar constiparse; 6) Comer sano, evitando excesos de picante y de sal; 7) Comer por lo menos cuatro veces al día y siempre con bajos volúmenes de ingesta; 8) Medirse el peso en forma frecuente para evitar el aumento y la obesidad.

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