miércoles, 16 de diciembre de 2009

SALUD BUCAL


La cavidad bucal, esta compuesta por dientes, encías, lengua y demás tejidos orofaciales, éstos son imprescindibles para alimentarnos y hablar. La limpieza periódica y la detección a tiempo de gingivitis, caries y otras afecciones pueden ser prevenidas mediante la visita semestralmente al odontólogo. Entre estos métodos de prevención se puede mencionar la topicación con fluor en los más chicos, como así también la aplicación de selladores en los primeros molares. En los adultos, se controlará el sangrado o recesión de encías, la existencia de piezas flojas y la realización de limpieza por remoción de placa bacteriana y sarro. También controlar la sensibilidad repentina al calor, frío, al aire de alguna pieza dentaria (posibilidad de presencia de caries, sangrado anormal de encías, dolor al morder, mal aliento, o boca seca).

Como medida de higiene prevención está principalmente el cepillado cuya frecuencia será de 2 a 3 veces diaria, principalmente después de cada comida y sobretodo antes de dormir. Lo que ayudará a remover la placa bacteriana que se asienta en dientes, encía y lengua.

El cepillado debe hacerse con movimientos horizontales (fregado), y también circulares con la boca semicerrada (circular), lo que ayuda a remover la placa y así mismo se masajean las encías (especialmente indicado para los mas chicos). Otro método es colocar el cepillo con una inclinación de 45º con movimientos vibratorios (de Bass), pero sin desplazarlos de su punto de apoyo (rompe la placa bacteriana), acompañado de movimientos de fregado rápido para eliminar restos alimenticios, como así también masajear las encías y limpiar bien la lengua (existen cepillos con "limpiadores de lengua" que pueden ser de utilidad). Para estos fines también sirven los cepillos eléctricos.

Hilo dental: sirve para remover los restos de comida que, inevitablemente, quedan en los espacios interdentarios y que son fuente de depósito de bacterias. Al menos dos veces por día, principalmente luego del almuerzo y cena, lo que no sólo eliminará restos de comida sino también el mal aliento.

En los más chicos será necesario enseñar el hábito del cepillado desde pequeño, con paciencia y con el ejemplo. El uso de cepillos pequeños, de diseño atractivo serán de mucha utilidad.

El hábito de la higiene bucal involucra toda la vida, y estará ligado a una dieta adecuada, que impida la aparición de caries y enfermedades hasta el desdentamiento. No descuidar la alineación de las piezas dentarias y la ausencia de ellas, ya que alteran el normal funcionamiento de masticación, deglución y fonación.

Sugerencias: Concurrir períódicamente al odontólogo, como método de prevención y lograr una higiene adecuada. No compartir el cepillo de dientes, para evitar posibles infecciones. Enjuagar el cepillo después de cada cepillado, con agua corriente, secar al aire libre, guardarlo con las cerdas hacia arriba. No es necesarios su enjuague en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. Cambiarlo cada tres o cuatro meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario