viernes, 25 de septiembre de 2009

HIGIENE BUCAL


La limpieza bucal es fundamental para evitar cualquier enfermedad odontológica. Las caries es la patología más prevalente, junto con enfermedades periodontales y gingivitis. Este control dietario y hábito higiénico se debe iniciar desde niños, puesto que desde los cuatro o cinco años pueden aparecer caries a causa de la ingestión de dulces. Para las caries será necesario consultar al odontólogo, y acompañar con buches con flúor y el uso de determinados elementos de limpieza para contribuir a tratarlas. La enfermedad periodontal aparece en el adulto cuando no se tiene una adecuada limpieza bucal. Las embarazadas son grupo de riesgo propenso a sufrir estás enfermedades, debido a un cambio hormonal que puede desencadenar inflamación de tejidos con el consecuente sangrado de encías y movimiento de piezas dentales. Toda situación puede ser controlada con un buen cepillado y el uso diario de elementos interdentarios, sean hilo dental, palillos, y buches con fluor.

Las caries se caracterizan por una destrucción de las estructuras del diente y es también una de las enfermedades más frecuentes de la especie humana. La lesión inicialmente se manifiesta como un cambio de color en el esmalte del diente. con pérdida de sustancia y socavación del esmalte, lo que da un aspecto de mancha grisácea. Finalmente, el esmalte se rompe y la lesión se hace fácilmente detectable. Si ésta infección progresa se produce el paso a los tejidos blandos que rodean el diente, apareciendo el flemón que buscará salida al exterior de la encía.

La gingivitis es un cuadro inflamatorio que afecta la encía y está asociado a una inadecuada limpieza oral. La placa dental proporciona el medio ideal para el desarrollo de numerosos microorganismos responsables de ocasionar esta enfermedad. También contribuyen a su desarrollo la acumulación de sarro, malos arreglos dentales, cierre defectuoso de la dentadura y la acumulación de restos de alimentos entre los dientes. Es más frecuente en la infancia, adolescentes y en variaciones hormonales (período mestrual y embarazo).

Cepillos de dientes: pueden presentar variadas propiedades: cerdas microfinas, cerdas suaves de doble acción, con fibras en forma redondeada en cuatro hileras, corte plano de cabezal delgado o con penachos cortos para la higiene de la lengua.

Cremas dentales: previenen la formación de caries, protegen al esmalte, refrescan el aliento, y proveen blanquemiento dental antisarro.

Enjuagues y desodorantes bucales: previenen las caries, remineralización con refuerzo del esmalte dental, eliminación de placa y función antiséptica, con mejoría del aliento.

Hilo dental: se utiliza para una higiene óptima del espacio interdental. Se presenta en diferentes variedades: con cera que facilita el deslizamiento y diferentes sabores que proporcionan frescura. Una variante hilo dental con mango, que facilitan la limpieza de las piezas posterioes.

Palillos interdentales: Proporciona alcance a lugares de difícil acceso con el cepillado regular.

Solución reveladora de placa: permite visualizar y diferenciar los lugares con más depósito de placa bacteriana.

Sugerencias: consultar períodicamente al odontólogo, y tomar medidas dietéticas (reducir la ingesta de azúcares, así como reeemplazar el uso de sacarosa por xilitol o sorbirol), higiénicas (adecuado cepillado, acompañado con el uso frecuente de productos para la salud bucal) y fluoración, las cuales ayudarán a tener un buen control bucal. En lactantes evitar el uso prolongado de biberones o tetinas en contacto con los dientes y promover la ingesta de alimentos ricos en fibras.

La odontopediatría es importante para el desarrollo de los dientes primarios, puesto que cumplen un papel vital en el crecimiento y desarrollo, tanto para masticar el alimento correctamente como preservar el espacio para que los dientes permanentes erupcionen bien, también ayudan a hablar claramente y respirar adecuadamente. Se puede usar una gasa para quitar la placa dental de las encías del bebé luego de cada comida, utilización de cepillo especial para bebé desde la aparición de los primeros dientes. A partir de los dos años indicar cepillo dental para niños y enjuagues bucales. Cambiar el cepillo cada tres o cuatro meses y luego de una enfermedad.

La odontogerontología: Los tejidos de la boca van cambiando con el paso del tiempo. Las glándulas salivales producen menos saliva, lo que provoca una mayor dificultad para masticar, irritación y disminución en la velocidad de curación de las lesiones orales. Por lo tanto, se presentarán con alteraciones de la mucosa oral, caries dentales, dientes quebradizos y desgastados, enfermedad periodontal, uso de prótesis, patología de la articulación temporomandibular y pérdida dental. Además enfermedades como anemia o diabetes pueden acompañarse de inflamación, en consecuencia menor capacidad de curación de las encías. Se recomienda quitarse la prótesis después de cada comida y lavarla con agua y jabón, con la ayuda del cepillo de uñas.

El uso de tabaco, sea fumando o masticando, está relacionado no sólo con el cáncer oral, enfermedades pulmonares y coronarias, sino también con la pérdida prematura de dientes. La nicotina afecta directamente a las células del periodonto, donde ésta pueda almacenarse y luego ser liberada por los fibroblastos, provocándole cambios en su morfología, alteraciones en su capacidad de adhesión a la superficie dentaria y modificaciones en la síntesis de colágeno. Las sustancias citotóxica y vasoactivas, incluidas en la nicotina, producen descenso en la irrigación gingival.

Sugerencia será de extremo beneficio el uso del cepillo de dientes adecuado en cada caso, así como también el dentífrico apropiado y demás elementos que hacen a la limpieza dental, y así evitar futuras complicaciones.


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