lunes, 29 de junio de 2009

RESFRIO

Es la infección respiratoria más común a cualquier edad, aumenta su incidencia en otoño e invierno, responsable ésta se debe a varios virus (más de 200 cepas).

El contagio se produce mediante la inhalación de gotitas procedentes de personas infectadas que tosen o estornudan, o por el contacto con superficies contaminadas por estas secreciones. Aumenta su transmisión en lugares cerrados y pocos ventilados.

Las personas más vulnerables a su contagio, son quienes tienen las defensas bajas, pacientes infectados con VIH, que padezcan cáncer, transplantados o con alguna afección pulmonar crónica (asma, enfisema, EPOC), a las cuales se le suele aconsejar la vacuna de la neumonía bacteriana.

Es importante no confundirla con la gripe viral, que es más grave y se presenta con fiebre y congestión nasal, producida por el virus influenza.

El perído de incubación es corto (uno a tres días), normalmente se suele identificar la fuente de contagio (un familiar, amigo, niño o adulto), que presenta síntomas semejantes, facilitando su diagnóstico en las etapas iniciales.

El los niños pequeños se presenta, con decaimiento y fiebre (suele ser alta al comienzo, pero luego decae en uno o dos días), rechazo parcial de lo alimentos, sueño anterado, estornudos y respiración ruidosa, con posterior aparición de la rinorrea. Los síntomas empiezan a disminuir al tercer o cuarto día. Puede complicarse con otitits, bronquitis y la adenoiditis en el lactante, y sinusitis en el escolar.

Tener en cuenta algunas enfermedades infecciosas, como sarampión, o poliomelitis que suelen comenzar como un catarro de las vías respiratorias y simular un refrío común.

En niños mayores el cuadro tiende a ser más leve, con menos fiebre y malestar general.

Sugerencias: Adoptar medidas preventivas o que aporten al tratamiento de la enfermedad. Tener en cuenta algunas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial (muchos descongestivos contienen en su formulación pseudoefredrina, cafeína, que podrían aumentar la presión arterial), alérgicos, medicamentos que recibe, pacientes embarazadas.

Teniendo en cuenta estos antecedentes se recomienda: evitar esfuerzos físicos, hacer reposo en cama, humidificar los ambientes, usar ropas livianas, inhalación de vapor o nebulizaciones (con solución fisiológica sería suficiente, para fluidificar las secreciones, puesto que se tiene abundante mucosidad), beber mucho líquido (sobre todo en caso de fiebre, puesto que la transpiración aumenta y se debe evitar deshidratación), no fumar, evitar toser o estornudar cerca de otras personas, utilización de medicamentos de venta libre para aliviar la tos antitusivos clofedianol, butamirato, noscapina -se presentan en gotas orales, jarabes, tabletas, cápsulas-; descongestivos oximetazolina, pseudoefedrina, fenilefrina, nafazolina, tetrazolina -spray nasal, jarabe, gotas, solución para nebulizar, gel nasal-; mucolíticos y expectorantes ambroxol, bromhexina, carboximetilsisteína, guaifenesina, cloruro de amonio, cloruro de sodio -solución oral, jarabe, comprimido, elixir-; analgésicos antipiréticos paracetamol, ibuprofeno, acetilsalicílico, cafeína -comprimidos, gotas nasales, inyectable, granulados efervescentes-; antihistamínicos (antialérgicos) clorfeniramina, difenhidramina, loratadina, astemizol, carbinoxamida, cetirizina, terfenadina -jarabe, solución nasal, comprimidos-; vitamina C (ácido ascórbico) -comprimidos efervescentes, granulados; antisépticos y anestésicos bucofaríngeos asociaciones de tirotricina y benzocaína, gradimicina, neomicina, hexilresorcinol -caramelos y spray-; balsámicos asociados con mentol, alcanfor, terpineol, esencia de pino, timol, eucalipto -cápsulas inhalantes, ungüentos balsámicos, solución inhalatoria nasal-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario